La temporada pasada, los Milwaukee Bucks dieron un golpe en la mesa al sorprender al mundo de la NBA al adquirir al base All-NBA Damian Lillard de los Portland Trail Blazers en un intercambio entre tres equipos. En un movimiento inesperado, los Bucks lograron asegurar los servicios de una estrella de renombre y sumarla a su plantilla que ya contaba con el ex campeón y dos veces MVP Giannis Antetokounmpo.
«Estoy emocionado de unirme a este equipo y ayudar a los Bucks a alcanzar nuevos logros», expresó Lillard en una entrevista luego de la confirmación del traspaso.
En el proceso, los Bucks mandaron al experimentado base Jrue Holiday a Portland, quien luego sería enviado a los Boston Celtics. Si bien los Celtics lograron alzarse con el campeonato luego de una temporada exitosa, los Bucks tuvieron un camino más complicado. Con tres entrenadores principales durante el año, terminaron con un récord de 49-33 y entraron a los playoffs como el tercer sembrado en la Conferencia Este. Lamentablemente, Antetokounmpo se perdió la serie ante los Indiana Pacers debido a una lesión en la pantorrilla.
En la última temporada baja, surgieron rumores sobre la posibilidad de que los Bucks canjeen al pívot Brook Lopez. Sin embargo, el gerente general Jon Horst salió a desmentir estos rumores, afirmando que no tienen intención de desprenderse del jugador de 36 años.
López ha sido parte fundamental del equipo en las últimas seis temporadas, promediando 13 puntos, 5.2 rebotes y 2.2 bloqueos por partido. Su aporte defensivo ha sido destacado, logrando ser seleccionado en dos Equipos Defensivos y obteniendo un segundo puesto en el premio al Jugador Defensivo del Año en 2023.
En cuanto a Lillard, su llegada a los Bucks promete ser un factor determinante en las futuras aspiraciones del equipo. En su primer año con la franquicia, promedió 24.3 puntos y 7 asistencias por partido, demostrando su valía a pesar de no alcanzar los números de su última temporada en Portland. El base mantuvo un 42.4% de acierto en tiros de campo y un 35.4% desde la línea de triples, consolidando su papel como líder en la cancha.
«A pesar de la temporada decepcionante, los Bucks tienen un futuro prometedor en la liga. Lillard ha demostrado su valía y es cuestión de tiempo para que el equipo alcance su máximo potencial», afirmó un analista de la NBA sobre la situación.
El traspaso de Lillard fue considerado un riesgo en su momento, pero es demasiado pronto para evaluar si fue un acierto o un error por parte de los Bucks. Lo cierto es que la adquisición del base ha sido un punto de inflexión para la franquicia, que busca alcanzar la gloria en los próximos años.