En la NBA, la noticia de que nueve ex MVP están en la liga ha causado revuelo. La expectativa de un posible traspaso de uno de ellos está en boca de todos. Russell Westbrook, el actual líder en triples-dobles, es uno de los nombres en cuestión. Por otro lado, Nikola Jokic ha expresado su interés en jugar con él. ¿Qué significaría este movimiento para los Denver Nuggets?
La temporada pasada, los Nuggets se quedaron cortos en jugadores clave. La partida de Bruce Brown y Jeff Green dejó vacíos importantes en el equipo. La ausencia de un base y un pívot suplente fue evidente. Aaron Gordon asumió un papel fundamental, pero la defensa en la pintura de Green se extrañaba. Peyton Watson también se encontró fuera de la rotación, al igual que Westbrook podría haber experimentado.
Westbrook, con su falta de gravedad en el tiro y su inconsistente juego cerca del aro, podría haber sido un arma de doble filo. A pesar de sus defectos, aportaría ritmo y presión en la ofensiva. Con suficientes reboteadores activos, incluso sus intentos de bandeja podrían convertirse en jugadas positivas. Su presencia en el equipo habría cambiado la dinámica del juego, permitiendo a Jokic desempeñar un papel más secundario en momentos críticos. Sin embargo, con un tirador como Brown manejando el balón, Jokic pudo brillar cuando más se necesitaba.
La incógnita de cómo Westbrook habría ayudado a los Nuggets sigue en el aire. Su llegada habría sido una apuesta arriesgada, pero con un potencial impacto positivo en el equipo. La posibilidad de ver a Westbrook y Jokic compartir la cancha es tentadora. ¿Deberían los Nuggets haber hecho un triple-doble en la temporada pasada? La respuesta parece estar cada vez más cerca.