El comité de baloncesto masculino de la NCAA se reunió recientemente para discutir los problemas más urgentes que enfrentan. Aunque no se tomaron decisiones sobre todos los temas, se lograron avances significativos en algunas áreas. Entre estos avances se encuentran los cambios significativos en el proceso de clasificación para el torneo de la NCAA.
Uno de los temas más importantes que se abordaron en las reuniones de verano fue la posible expansión del torneo. Se ha planteado la posibilidad de ampliar el cuadro de 68 equipos a 72 o incluso 76 equipos. A pesar de que puede parecer un incremento pequeño, esto presentaría desafíos significativos. Habría implicaciones financieras evidentes, ya que se tendrían que destinar millones de dólares adicionales en gastos.
El acuerdo televisivo actual distribuye alrededor de 700 millones de dólares a las escuelas cada año. Cualquier modificación en la estructura del torneo tendría repercusiones a largo plazo, dado que el torneo de baloncesto masculino de la NCAA no solo es un espectáculo, sino también la principal fuente de ingresos de la NCAA. Además, el torneo también subvenciona a cientos de pequeños departamentos deportivos universitarios.
La ampliación de la lista de participantes también plantea un dilema para los comisionados de las ligas más pequeñas. Podría requerir que los equipos clasificados automáticamente (probablemente los sembrados número 10) de estas ligas compitan en eventos de los primeros cuatro. En lugar de jugar los jueves o viernes, tendrían que hacerlo los martes o miércoles. Esto podría afectar el equilibrio competitivo del cuadro.
A pesar de todo lo discutido en las reuniones, aún no se ha tomado una decisión definitiva, ya que este fue solo un paso en un largo proceso de aprobación. Otros grupos, como el Comité de Supervisión de Baloncesto de la NCAA, examinarán los modelos de expansión en las próximas semanas.
Además, el comité ha decidido incorporar las clasificaciones de Torvik y el sistema de victorias por encima de la burbuja (WAB) en el proceso de selección. Las clasificaciones de Torvik proporcionan proyecciones que clasifican a cada equipo para la próxima temporada, mientras que el sistema de WAB mide cuántas victorias más obtiene un equipo en relación con su calendario en comparación con un equipo promedio en la burbuja. Aún no se ha revelado si la NCAA desarrollará su propio cálculo de WAB o utilizará el de BartTorvik.com.
En resumen, los cambios en el proceso de clasificación para el torneo de la NCAA están en marcha y prometen generar gran interés y debate en el ámbito del baloncesto colegial. La incertidumbre sobre el posible aumento en el número de equipos participantes y la inclusión de nuevas métricas para determinar la selección de los equipos mantendrán en vilo a aficionados y expertos en los próximos meses. ¡La emoción está servida en la NCAA!