Los Brooklyn Nets podrían lamentar el contrato de Cam Johnson más que cualquier otro. Su acuerdo, por un valor de entre 65,5 y 78,7 millones de dólares a lo largo de tres años, es un compromiso financiero significativo para un equipo que está a punto de empezar una reconstrucción. Johnson, una pieza clave en el traspaso de Kevin Durant, ha sido un jugador sólido. Sin embargo, hay varias razones para creer que los Nets podrían no ver el retorno de la inversión que esperaban cuando lo adquirieron de los Phoenix Suns.
Los Nets tienen un dilema con el contrato de Cam Johnson. Motivo de cierta preocupación. En primer lugar, Johnson tiene 28 años, más que la mayoría de los jugadores de su clase del draft de 2019. La edad se convierte en un factor a tener en cuenta a largo plazo, especialmente para un equipo que aspira a reconstruirse. Para cuando los Nets vuelvan a ser competitivos, Johnson podría haber pasado su mejor momento, lo que dificultaría justificar un contrato tan cuantioso. Su edad es un problema menor para los contendientes, pero para un equipo en reconstrucción, pagar entre 22,5 y 27 millones de dólares al año por un veterano puede no estar en línea con su estrategia a largo plazo.
Además, el rendimiento que Johnson podría aportar en un traspaso podría decepcionar a los Nets. Si bien es un jugador talentoso, el equipo puede tener dificultades para obtener un valor equivalente a cambio. Es posible que no cuente con el tipo de activos que harían que valga la pena traspasarlo. Con Mikal Bridges ya traspasado a los Knicks, los Nets claramente están cambiando hacia una plantilla más joven y flexible. Johnson, a pesar de su talento, podría no encajar en esa visión.
Eric Pincus, de Bleacher Report, le asignó al contrato de Johnson un nivel de arrepentimiento potencial de 5 sobre 10, lo que refleja una preocupación moderada. Esta clasificación es justa considerando el talento de Johnson, pero también la realidad de su situación. Si Johnson no aporta un valor comercial significativo o tiene problemas con las lesiones, los Nets podrían terminar pagando una suma sustancial por rendimientos decrecientes.
La última palabra. En una fase de reconstrucción, cada decisión importa, y el contrato de Johnson podría obstaculizar la flexibilidad de los Nets. Su salario ocupa un espacio valioso en el tope salarial que podría utilizarse para desarrollar talentos más jóvenes o contratar a futuros agentes libres. Si los Nets están realmente comprometidos con una reconstrucción a largo plazo, es posible que se arrepientan de haber cerrado un acuerdo con un jugador que podría declinar antes de que el equipo esté listo para competir.
En conclusión, si bien Johnson es sin duda un buen jugador, su contrato plantea varios riesgos para los Brooklyn Nets. Su edad, su historial de lesiones y la posible falta de valor comercial hacen que el equipo pueda arrepentirse de su acuerdo. Para un equipo que se encuentra en las primeras etapas de una reconstrucción, el contrato de Johnson podría convertirse en una carga financiera en lugar de un activo valioso. Si los Nets no pueden encontrar un socio comercial para Johnson, es posible que se arrepientan de haber invertido su dinero en otra parte.