La postemporada de Kyrie Irving con los Dallas Mavericks fue simplemente excepcional, con el base veterano desplegando un papel diferente en cada fase.
Desde el inicio contra Los Angeles Clippers en la primera ronda, Irving cambió el juego en ambos extremos de la cancha. Contra Oklahoma City Thunder en las semifinales, tuvo que adaptarse como facilitador. Y en las finales de la Conferencia Oeste contra Minnesota Timberwolves, se centró en anotar.
Sin embargo, todo cambió en las Finales de la NBA de 2024. A pesar de promediar 19,8 puntos y 5,0 asistencias por partido, Irving falló con un 41,4% en tiros de campo y un 27,6% en triples. La presión defensiva de los Boston Celtics le complicó y no pudo aprovechar sus tiros abiertos de forma consistente.
Durante una transmisión en Twitch, Irving reflexionó sobre su actuación en las Finales. Con humildad y responsabilidad, el campeón de la NBA en 2016 admitió: “El año pasado fue definitivamente un año decepcionante desde el punto de vista de no ganar las finales como equipo y quedarnos cortos. Llegamos allí por una razón, ¿sabes? Definitivamente hay sangre en el agua”.
Como periodista de baloncesto, es interesante ver cómo un jugador de la talla de Irving reflexiona sobre sus derrotas y se prepara para futuros desafíos. La incógnita que queda en el aire es si el modelo de los «3 grandes» seguirá siendo efectivo en la liga NBA. Solo el tiempo lo dirá. ¡Estaremos atentos al próximo capítulo en la carrera de Kyrie Irving con los Dallas Mavericks!