El estado de Michigan tiene una rica tradición en baloncesto, destacándose por sus jugadores, equipos y escuelas. Aunque el baloncesto en Michigan puede no estar al nivel de Duke, Carolina del Norte o incluso Michigan State, los Wolverines siempre han sido un equipo a tener en cuenta, con talentosos jugadores a lo largo de la historia.
El impacto de los Wolverines ha sido inconsistentes, pero cuando han brillado, lo han hecho de manera sobresaliente. Con seis finales en su historial, ocho si consideramos las dos que se perdieron durante el escándalo de Ed Martin, los Wolverines han dejado su huella en la historia del baloncesto universitario.
El coach John Beilein trabajó arduamente en sus primeras temporadas en Ann Arbor, hasta que reclutó a Trey Burke de Columbus, Ohio. Con Burke en el equipo, el baloncesto en Michigan volvió a alcanzar un nivel que no se veía desde hacía décadas. Burke, un All-American de Parade, marcó el inicio de una serie de grandes prospectos que se unirían a él en las siguientes temporadas.
La figura de Cazzie Russell también resalta en la historia de los Wolverines. Su liderazgo y habilidad para anotar lo llevaron a ser nombrado Novato del Año de la Big Ten en 2011-12. Burke, por su parte, se destacó en la temporada 2012-13, llevando a Michigan a la Final Four y al Campeonato Nacional. Además, fue reconocido como All-American, Jugador del Año de la Big Ten y ganador del Premio Wooden y Naismith.
En resumen, la alineación titular de todos los tiempos de los Wolverines es una muestra del talento y la excelencia que ha caracterizado al baloncesto en Michigan a lo largo de los años.