Cuando el delantero de los Denver Nuggets, Michael Porter Jr., abandonó la escuela secundaria Nathan Hale de Seattle, ESPN lo clasificó como el segundo mejor prospecto del país. Con 1,88 metros de altura, su combinación de rasgos físicos y un tiro puro era única. Además, promedió 36,2 puntos y 13,6 rebotes por partido como estudiante de último año de secundaria.
Sin embargo, desde que se lesionó la espalda en el partido inaugural de la temporada de Missouri, la carrera de Porter ha dado un giro dramático. A pesar de eso, sigue siendo considerado uno de los mejores jugadores de la liga. Porter casi se cae de la lotería de la NBA y tuvo que superar obstáculos físicos, emocionales y psicológicos en su esfuerzo por volver a encarrilar su carrera.
Una comparación que se ha hecho, es la de Paul George. En el Podcast P con Paul George, el base de los Atlanta Hawks, Trae Young, comenta que Porter «habría sido otro base» sin las lesiones. «Estuve en la práctica cuando se lastimó la espalda», revela Young. Como señala Young, Porter no es solo un tirador con precisión, tiene mucho más que ofrecer en la cancha.
En resumen, la historia de Michael Porter Jr. es una montaña rusa de altibajos, pero su talento indiscutible continúa brillando a pesar de las adversidades que ha enfrentado en su carrera. Estamos ante un jugador con un potencial increíble que, si logra mantenerse saludable, podría convertirse en una superestrella en la NBA. ¡Seguiremos de cerca su evolución en la cancha!