En el mundo del baloncesto, los New York Knicks están generando grandes expectativas en esta temporada, algo que no se veía desde hace varios años. El jugador Jalen Brunson ha renovado su contrato con un descuento para ayudar al equipo a reforzar su plantilla, y además, ha sido nombrado capitán después de una temporada All-NBA. Por su parte, OG Anunoby, conocido por su magia en defensa, también ha extendido su contrato. Sin embargo, el movimiento más impactante ha sido el acuerdo que el directivo Leon Rose logró con Mikal Bridges, procedente de los Brooklyn Nets, rivales de la ciudad. Este traspaso sorprendió a muchos, pues los Knicks no habían hecho negocios con los Nets desde los años 80. Bridges parece encajar a la perfección en los Knicks, especialmente al lado de Brunson.
Para analizar esta situación, Brunson mencionó sobre la adquisición de Bridges que «es la pieza perfecta del rompecabezas». Además, señaló que Bridges ya estaba trabajando en el gimnasio apenas se concretó el traspaso. Las conexiones que Bridges tiene con sus ex compañeros de Villanova hacen que su incorporación al equipo sea aún más fluida.
Los Knicks necesitaban urgentemente una pieza que pudiera ayudar a Brunson a anotar más puntos. Necesitaban otro jugador con habilidades en triples y en defensa, que se complementara con Donte DiVincenzo. Alguien que pudiera crear juego a partir del drible y así aliviar la carga de Brunson.
Al observar el mercado de fichajes, se puede ver que jugadores como Donovan Mitchell no encajarían tan bien junto a Jalen Brunson. Aunque Mitchell sea una superestrella perfecta para Broadway, su estilo de juego no se adecuaría a jugar junto a otro base dominante como Brunson. La combinación de dos bases pequeños y con mucha posesión del balón en un mismo equipo puede ser contraproducente.
Asimismo, figuras como Luka Doncic y Devin Booker estaban descartadas para un fichaje por los Knicks, al igual que Kevin Durant, cuya edad no se ajustaba al perfil del equipo. Mikal Bridges parece ser la elección acertada, encajando a la perfección en la cultura del equipo. Brunson ha demostrado ser la pieza fundamental, por lo que construir alrededor de él era la prioridad.
Bridges sabe anotar, abrir la cancha y defender, adaptándose a diferentes roles en el equipo con facilidad. Su amistad cercana con Brunson, Josh Hart y DiVincenzo, compañeros de Villanova, ha sido clave en su rápida integración al equipo. Esta química ya ha dado buenos resultados con Hart y DiVincenzo, quienes han tenido un impacto positivo en el equipo. DiVincenzo ha destacado en su primer año con los Knicks, mientras que Hart ha demostrado ser un jugador esencial en ambos lados de la cancha.
En resumen, la llegada de Mikal Bridges a los Knicks ha generado grandes expectativas y promete mejorar el rendimiento del equipo en esta nueva temporada. Su versatilidad y química con sus compañeros lo convierten en una pieza fundamental en la estrategia del equipo. Sin duda, los fanáticos de los Knicks tienen motivos para ilusionarse con lo que este nuevo fichaje puede aportar al equipo en su camino hacia la gloria en la NBA.