Los New York Knicks han tenido una temporada baja excepcional en este nuevo milenio. Después de una serie de lesiones que llevaron al equipo a disputar una serie de siete partidos contra los Pacers en las semifinales de la Conferencia Este, la gerencia liderada por Leon Rose ha tomado medidas significativas para fortalecer al equipo. Se han agregado una variedad de piezas de talento extremo para complementar el núcleo existente. Desde el final de la temporada de la NBA, los Knicks han realizado movimientos importantes, como la recontratación de OG Anunoby y Precious Achiuwa, el traspaso de Mikal Bridges y Keita-Bates Diop, y la incorporación de Cameron Payne y Chuma Okeke.
El banquillo de los Knicks ha sido objeto de controversia tras una temporada pasada marcada por problemas. Durante el draft de la NBA de 2024, los Knicks seleccionaron a Tyler Kolek, Kevin McCullar Jr., Pacome Dadiet y Ariel Hukporti. Sin embargo, en medio de toda la emoción, muchos han olvidado las contribuciones clave que el banquillo hizo la temporada pasada. Es importante recordar el impacto que estos jugadores tuvieron en el equipo.
El rendimiento del banquillo de los Knicks la temporada pasada dejó mucho que desear, con solo 28.4 puntos por partido y un porcentaje de tiro real del 55%, que los ubicó entre los 10 peores de la liga en ambas categorías. Las lesiones clave, como la de Mitchell Robinson al comienzo de la temporada, obligaron a movimientos desesperados que afectaron la profundidad del equipo. La pérdida de jugadores como Quickley y RJ Barrett, así como las lesiones de Anunoby y Randle, expusieron aún más la falta de profundidad de los Knicks.
A causa de todas estas circunstancias, los Knicks se vieron obligados a depender en exceso de sus titulares, lo que disminuyó significativamente la participación del banquillo en los partidos. Jugadores como Josh Hart y Donte DiVincenzo tuvieron que asumir roles de titulares debido a las lesiones, lo que afectó el desempeño general del equipo. Esta falta de rotación tuvo un impacto negativo en los resultados, con el banquillo jugando solo el 31.3% de los minutos disponibles, la segunda cifra más baja de la liga.
Sin embargo, la situación ha cambiado esta temporada con un banquillo más fuerte y experimentado. DiVincenzo, quien viene de una temporada destacada con promedios de 15.5 puntos y un 40.1% en triples, liderará el grupo. Su habilidad en el tiro y en defensa lo convierten en un activo valioso para los Knicks. Por otro lado, la presencia de Hart en la segunda unidad aporta solidez defensiva y rebotes clave para el equipo. Además, la adición de jóvenes talentos como Miles McBride y Tyler Kolek, junto con la experiencia de Cameron Payne, prometen darle al banquillo de los Knicks la estabilidad y el liderazgo que necesitan para brillar esta temporada.