Ha transcurrido casi una década desde que Devin Booker fue elegido en el Draft de la NBA de 2015. El base de 1,98 metros de altura fue seleccionado en el puesto 13 por los Phoenix Suns, y se está preparando para comenzar su décima temporada en la NBA, todas con Phoenix. En este momento, Booker está tratando de ayudar al equipo de Estados Unidos a conseguir una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de verano.
El jugador, cuatro veces All-Star, ha sido uno de los anotadores más productivos desde su llegada a la liga, promediando 22,3 puntos por partido en su carrera y al menos 24,9 en cada una de las últimas siete temporadas. Además, ha acumulado numerosos elogios, siendo cuatro veces All-Star y dos veces miembro del All-NBA (primer equipo en 2021-22). En 2021, fue el jugador estrella de los Suns que llegaron a las Finales de la NBA.
En una conversación con el base de Los Angeles Lakers, D’Angelo Russell, en su canal de YouTube, Booker reveló que pensaba que los Miami Heat lo seleccionarían en el Draft de la NBA de 2015, ya que estaban en la décima posición, tres puestos antes de que él fuera elegido.
El Heat, en esa ocasión, optó por seleccionar al delantero Justise Winslow, en lugar de Booker. A pesar de que Winslow tuvo temporadas con cifras de anotación de dos dígitos y demostró habilidades para crear jugadas, no tuvo el mismo impacto que Booker, quien ha demostrado ser uno de los mejores jugadores de su generación.
Otros jugadores seleccionados antes que Booker, como Jahlil Okafor, Mario Hezonja, Willie Cauley-Stein, Emmanuel Mudiay, Stanley Johnson y Frank Kaminsky, no han logrado dejar una huella significativa en la liga, a diferencia del talento y la constancia que ha demostrado el jugador de los Suns.
En definitiva, Devin Booker ha demostrado ser una pieza fundamental para los Phoenix Suns y uno de los jugadores más destacados de la NBA en la última década, desafiando las expectativas y consolidándose como una estrella del baloncesto actual.