En Houston, la incertidumbre rodea a las prometedoras selecciones del draft de 2021: Jalen Green y Alperen Sengun, ya que sus contratos no han sido extendidos aún. Esta situación plantea importantes interrogantes sobre el futuro de ambos jugadores y el enfoque estratégico de la franquicia.
Por un lado, tenemos a Alperen Sengun, quien sorprendió a muchos al quedar tan cerca de formar parte del equipo All-Star la temporada pasada. A pesar de ser la decimosexta selección, Sengun se ha destacado como uno de los jugadores más talentosos de su draft. En contraste, Jalen Green ha tenido momentos brillantes, como cuando ganó el premio al Jugador del Mes con un promedio de más de 28 puntos por partido. Sin embargo, su rendimiento ha sido inconsistente, lo que plantea dudas sobre su capacidad para mantener ese nivel a largo plazo.
La lesión de Sengun al final de la temporada pasada quizás no haya ayudado a aumentar su valor como activo, pero su historial de durabilidad hace pensar que podría ser una apuesta más segura a largo plazo. A diferencia de otros pívots, Sengun tiene un juego terrestre que minimiza el riesgo de lesiones, lo que lo convierte en una opción atractiva para una extensión de contrato.
En cuanto a Jalen Green, su potencial es indiscutible, pero su falta de consistencia y su historial de calambres en momentos clave plantean dudas sobre su capacidad para liderar a un equipo en la NBA. La lesión de Sengun y la necesidad de los Rockets de encontrar formas de mitigar los riesgos financieros pueden estar influyendo en la decisión de no extender su contrato en este momento.
En última instancia, la falta de extensión para Green y Sengun plantea interrogantes sobre la dirección que está tomando la franquicia y si estarían dispuestos a retener a uno en detrimento del otro. Con la agencia libre restringida a la vuelta de la esquina, el futuro de estos jóvenes talentos sigue siendo incierto, pero sin duda mantendrá en vilo a los aficionados de Houston y a los observadores de la NBA.
Mientras tanto, el resto de la liga observa con interés la evolución de esta situación, preguntándose si los Rockets tienen un plan maestro detrás de su decisión de no extender los contratos de Green y Sengun. Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: la incertidumbre sigue reinando en Houston.